Cafetera italiana


No hay nada como el olorcito de café recién preparado, incluso del instantáneo que nos preparamos diariamente en la oficina. Siempre me pareció que usar cafeteras era mucha chamba y mucha espera.

La vez pasada visité a Roberto (para mí, el gurú del café), y me encantó todo su ritual: cómo usa su moledora de granos, sus cafeteras, etc. Me preparó un café americano de los firmes... demasiado rico! Lo hizo tan rápido y fácil que pensé que hasta yo podría hacerlo en la casa.

Horas de lora después, regresé a la casa y apenas entré sentí ese olorcito perfecto de café firme recién preparado. Coincidentemente, Teru había desempolvado nuestra Bialetti y se había hecho un cafecito justo antes que yo llegara. Desde ese día, no hay vuelta atrás. Cafetera corazón.

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