Teru y yo fuimos a recoger a Ken (4 años) para jugar, y nos enseñó su cuaderno con las recetas que había aprendido en su clase de "Mini Chef". La última receta eran unas bolitas de Oreo con leche condensada. Soy fan total de este tipo de repostería, que me lleva directo a mi "Tallercito de verano" cuando tenía esa misma edad. Allí me enseñaron a hacer esas mismas bolitas pero con galleta Vainilla... que sigo haciendo hasta el día de hoy :)
Así que esa tarde compramos las Oreo (solo habían las que vienen miti miti galleta vainilla y galleta de chocolate, lo cual no convencía mucho a Ken), leche condensada y azúcar en polvo (ingrediente nuevo para mí).
Esta banquita era una de las únicas "herencias" que quería de la casa de mis papás. Está toda vieja
y gastada, pero me encanta. Ken la usa para alcanzar el caño en nuestra casa. Yo no me acordaba,
pero luego Tito me dijo que yo también la usaba para alcanzar el caño cuando era chiquita.
Ken era chef y yo su asistente. Él daba las indicaciones de cómo preparar, cuánto triturar, probaba si faltaba más leche condensada, y trazaba el tamaño de las bolitas :)
Sobre la bolsa, chancamos las galletas con una cuchara.
Pasando las bolitas por el azúcar en polvo.
Bolitas colocadas en línea por Ken.
Al final yo salí aprendiendo cosas que no sabía:
1. Cerrar la bolsa con un tape para que la galleta triturada no se salga. Yo le hacía un nudo a las bolsas, pero creo que un tape es mejor.
2. Poner azúcar en polvo en un platito. Pasar bolita para que se cubra en el azúcar... Yo pensaba que el azúcar se tiraba encima...
Ese día también era santo de la Mari, así que pusimos las bolitas en un baldecito, y fuimos a entregárselas como regalo:
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